Cuando las voluntades llegan a un acuerdo, creamos un mundo mejor
El ímpetu y entusiasmo característico de los jóvenes, los lleva en muchas oportunidades a actuar precipitadamente , sin medir las consecuencias que estos actos pudiesen tener en el futuro , es por este motivo, que en nuestra calidad de adultos , tenemos la responsabilidad social y moral de encausar y dirigir el espíritu adolescente , transformando así , esta energía innovadora, en un elemento productivo que les ayudará no sólo a gobernar su conducta , sino que también, a entregar un mensaje de paz y conciliación, considerando la contingencia de nuestra nación en particular.
El colegio San Alberto Hurtado, tiene el agrado de compartir con toda la comunidad educativa que el día jueves siete de noviembre, en las dependencias de dicha institución, se efectuó la tradicional despedida de nuestro queridos alumnos de cuarto medio, pero esta vez, con un matiz diferente.
La jornada, comenzó a las diez de la mañana, en donde los estudiantes se reunieron en el auditorio con los más pequeños del colegio, sus compañeros de kínder , quienes fueron los encargados de despedir a los más grandes con palabras cariñosas que sólo un corazón infantil es capaz de transmitir.
A continuación, los jóvenes participaron en una jornada de reflexión, organizada por el Departamento de Orientación, la cual tuvo como objetivo principal, empoderarlos y hacerlos conscientes de la importancia de culminar la etapa estudiantil y la entrada inminente al mundo adulto, en donde cada decisión, determinará en gran medida su mediático porvenir.
Alrededor del medio día, una grata sorpresa esperaba a nuestros alumnos; así como el primer día de clases, fueron acompañados por sus padres, quienes confiadamente dejaron a sus hijos en manos de las tías de kínder , de esa misma forma fueron a retirarlos, pero ahora en compañía de sus profesores de cuarto medio. La emotividad del momento, hizo reflexionar a los presentes sobre la importancia de la familia en el proceso educativo de los jóvenes y más que nunca se afianzaron los lazos de fraternidad entre padres e hijos y por supuesto, la institución que los ha visto crecer y madurar como personas, durante todos estos años.
Y como nunca se debe dejar de lado el aspecto lúdico, el equipo directivo del establecimiento, dio autorización para una singular guerra de agua en el patio del colegio, ocasión en la que los padres pudieron observar a sus hijos en una faceta distendida, llena de complicidad y compañerismo al ritmo de una entretenida batucada, gestionada especialmente por los propios apoderados, como forma de agasajar a los jóvenes.
Finalmente y como broche de oro, tanto alumnos, padres, apoderados y profesores, fueron trasladados en buses de acercamiento al centro recreacional “ Don Enrique “ , en donde tuvieron la oportunidad de seguir compartiendo agradablemente, durante toda la tarde del día jueves.
Debemos destacar la inmensa colaboración de los padres para lograr que esta actividad, se llevase a cabo como un regalo significativo y también como experiencia de vida, pensando que las cosas se pueden hacer pacíficamente, resaltando el real sentido que tiene dejar el uniforme escolar, para ser un ciudadano responsable y respetuoso con el entorno.
Felicitamos a nuestros jóvenes por culminar esta etapa, a sus padres por su entrega y poyo permanente a sus hijos y a la institución, a los profesores por estar atentos a las necesidades de ellos, tanto de aprendizaje como afectivas, al Departamento de Orientación quienes trabajaron arduamente , en conjunto con los profesores jefes, consejo directivo y directiva de apoderados, para dar una tónica diferente a la finalización del año escolar , haciendo de este momento una oportunidad totalmente repetible para las futuras generaciones, que nos deja una importante enseñanza :
“La emoción y la diversión, no son sinónimo de violencia desmedida, sino de respeto al prójimo, pensando siempre que mi libertad termina en donde comienza la del otro ser humano “
Daniela Zuleta Yáñez